Tengo el recuerdo vivo de esas primeras horas o años de España, y muchas veces me hace falta el cariño de mis camaradas. No sé cómo precisar su recuerdo. Su poesía es tan pronto insultante, ofensiva, como llena de purísima ternura. Ya sabemos que Eminescu o Caragiale atraviesan las barreras de la lengua y son atesorados y discutidos en todas partes. En el recinto aislado de su casa la poesía y la vida adquieren una transparencia sagrada.
Sin embargo, creo que en la existencia un hombre se enamora perdidamente por una mujer, en especial cuando ciertos elementos prevalecen y que son parte de su expectativa y gusto elenco. Hay una serie de factores que influyen ciertamente al primer contacto y que son determinantes en la primera impresión que un hombre se faceta de la mujer, aunque no sean elementos definitivos y altamente determinantes para su enamoramiento. Por sí solo, el primer contacto es justamente una buena o mala impresión que un macho se forma a partir de medios objetivos en la mujer, pero todavía de aspectos meramente subjetivos que el hombre se prefigura por razones personales y culturales, arribando a conclusiones en torno al valor de la madama como tal, lo que le permite tomar decisiones de alejarse o de buscar un acercamiento serio, o perfectamente de pretenderla solo para distraerse y tener diversión si acaso la madama lo permite. La llamada química que se establece de uno hacia otro no es otra cosa que la mezcla de las expectativas de lo que un hombre o mujer tiene del sexo opuesto, la prescencia de ciertos rasgos físicos de su favoritismo, la idealización del otro y la necesidad de sentir amor en su corazón. Lo primero que un macho detecta en una dama, y se lo digo honestamente como hombre que soy, es su figura, es largar, su cuerpo y cara. El macho es por naturaleza fisgón en baritel al asunto de apreciar la gusto de las mujeres.
Levante sentimiento se desarrolla por la andoba que te deja sin aliento, con la que sueñas, esa persona en la que piensas por la lejano. Envíale flores, déjale una nota con una frase que la enamore o escríbele un mensaje de WhatsApp. Algunas personas tienen miedo a la asesinato, otras al dolor. Si tengo alarma de algo, es de perder tu amor. Algunos de mis amigos beben alcohol, otros fuman marihuana, otros beben vino, y yo sólo tengo con tu fragancia. Tarjetas de amor 1: Desde Jerusalén, por la Vía dolorosa, y hasta nuestros días, pintores, pensadores, escritores o poetas, describen la admiración milenaria a un hombre «que debía boquear por todo el pueblo». En él obra el sufrir de otros, es responsable de ellos. Son corsarios. Como cabeza y padre de rehenes, él mismo es siempre un rehén».
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