
Entre los productos de esta línea encontramos un exfoliante faciales y otro corporal, una mascarilla peel-off, un producto para el masaje energizante, envolturas de chocolate una tipo peel-off y otra caliente en forma de mousseuna crema corporal hidratante, un aceite de masaje, un gel de ducha y un jabón de manos en pastilla. Foto: Nirvana Spa Yo he podido probar el gel de ducha y la crema corporal hidratante. Este gel de ducha hidrata la piel, tiene una textura muy agradable y un aroma inconfundible a cacao, acompañado de un refrescante toque a naranja. Entre sus ingredientes encontramos Cacao y Aceite Esencial de Naranja. Os dejo todos sus ingredientes. Modo de empleo: Gel de ducha: Aplicar en la ducha diaria. Crema corporal: Aplicar sobre la piel de todo el cuerpo con masajes circulares hasta su total absorción. Lavar las manos después de la aplicación.
Empero no sólo de caramelo viven estas fragancias, sino que este aroma inconfundible viene acompañado de otras notas que ponen el toque chispeante definitivo. Aromas inspirados en la pastelería francesa, en las frutas cítricas confitadas, en el amor adolescente… Mezclas perfectas para las amantes de los perfumes dulces que estén deseando probar los mejores que existen… o que no quieren casarse con ninguno, sino con todos ellos. Pertenece a la familia de las fragancias orientales florales y se lanzó en Crearon la mezcla perfecta de la bergamota, el té y el osmanto como notas de salida; el jazmín, flor del naranjo africano, fresia, rosa y orquídeas como notas de corazón y almizcle y pachulí como notas de fondo. Prada Candy, de Prada D. El olor a golosina es la seña de identidad de esta fragancia lanzada encreada por Daniela Roche Andrier. La nota de salida es caramelo.
En cierta forma es así, aunque los expertos no acaban de ponerse de acuerdo sobre si se puede conversar en este caso de una verdadera adicción, como lo son el dipsomanía y la drogodependencia. El problema con el chocolate, y con otros muchos productos muy procesados, no tiene baza que ver con el ansia de comer en sí, si no de ingerir cosas dulces. A nadie se le ocurre levantarse a medianoche con el antojo de comerse una zanahoria, ni que confiese ser adicto a las manzanas. Por ese motivo, quienes tratan de calmar su nerviosismo, nervios o depresión comiendo se decantan por alimentos muy procesados, entre ellos el chocolate. Ese circuito cerebral que empieza con la ingestión de ese producto, entre otros, puede ponerse en marcha con el simple hecho de figurarse en los alimentos que nos dan placer. Y a largo plazo acaba siendo el cerebro quien empieza a demandarlos.