
Este concepto apareció de la mano del Dr. El Dr. Sears hace mucho hincapié en esto. Ya que depende del sujeto que valora el comportamiento del niño y no tanto del niño en sí. Lo que para unos puede ser una actitud, para otros puede ser en menor o mayor grado. Ya que la valoración de ciertos aspectos como la intensidad, la sensibilidad o lo absorbente que es un niño, es totalmente subjetiva. Antes de nada debemos saber: Al describir estas características tratamos de ser imparciales, meramente descriptivos. No son características negativas o positivas del niño, simplemente cualidades de éste. Dejemos el dichoso sentimiento de culpa a un lado.
Baza que ya hay incluso encuentros para reinvidicar las bondades de la diferencia erótica Copa de champagne 'El Rituel' de Christian Louboutin. Punto P. Sucede con los pies algo recurrente: muchas personas afirman que les disgustan los que tienen y muchas otras no podrían vivir sin deleitarse en ellos. Un gusto que suele aparecer en la infancia, y no sólo en los hombres. No me van los zapatos de tacón, por ejemplo, ya hay muchos fetichistas a los que les encantan los taconazos. Su galán, la psicóloga y sexóloga Arola Poch , autora de Las cosas claras Plataforma editorial , reflexiona sobre los entresijos de este gusto y concluye que precisamente por la zona por la que se sienten atraídos, el fetichista de pies tiene un valor añadido.