
No hay un perfil definido ni exacto. Se trata de una tendencia a andar con hombres casados por razones de traumas infantiles, abandonos del padre o la madre, o por salir de problemas económicos. Trata de arreglar la historia del padre en esos hombres. Es lo que en psicología llamamos un fantasma. Lo que hacen entonces es darlo todo sin medida alguna. Tiempo, sexo, paciencia, soportar que las dejen plantadas, en fin, es aceptar una vida de amantes.
Siquia Compartir Las parejas formadas por personas que difieren mucho en edad tienen dificultades añadidas a las de cualquier otra. Se debe ser consciente de ellas y de cómo solucionarlas. Levante tipo de pareja no es exótico. Hay quien piensa, por un lado, que este tipo de relaciones tan sólo se deben al interés económico de ella, y al deseo de rejuvenecer de él. Hay un bis tipo de parejas de edad bastante distinta. Este deseo de hombres y mujeres es perfectamente normal, totalmente compatible con un buen funcionamiento de galán, sumamente gratificante y hasta deseable en cualquier unión, incluidas las formadas por personas del mismo sexo. La apremio del hombre de reeditar la etapa de cuidados maternales seguramente no satisfechos en la infancia. La necesidad del hombre y de la mujer de dirigir hacia personas viables sus deseos sexuales, ya que no pueden hacerlo hacia sus progenitores y descendientes respectivamente. El deseo de ellas de estar la etapa juvenil en la que no quedaron mínimamente satisfechas sus salidas vitales.
Levante tipo de ex puede provocar pensamientos sobre lo insuficientes que somos: no somos tan atractivos ni tan inteligentes ni tan importantes ni tan perfectos como ellos. Incluso, psicólogos y psiquiatras han definido todos estos síntomas como Síndrome de Rebeca, en honor de la novela de Daphne du Maurier Un ejemplo de esto es el caso de una amiga, quien a la hora de intimar con su pareja, solía sufrir porque en tiempo de disfrutar del acto, veía en su pareja un placer que la hacía imaginarlo a él haciéndolo con otras exparejas. Por supuesto, esto provocó que no sólo su experiencia venéreo fuera desagradable, también que su autoconcepto se destrozara.
El temor forma parte de la respuesta normal de lucha o huida del cuerpo, que nos ayuda a evitar o a responder ante un posible peligro. Las personas con este trastorno pueden sentirse estresadas o asustadas, aun cuando ya no corren peligro. Los síntomas tampoco deben estar relacionados con medicamentos, el uso de sustancias u otras enfermedades. Después de haber tenido una experiencia peligrosa, es natural adeudar algunos síntomas o incluso sentirse desasociado de la experiencia, como si estuviera observando las cosas, en lugar de estar viviéndolas.